Vuelta al trabajo con optimismo

¡Hola Regaladores! Parece que ya estamos todos tras las vacaciones. ¡Uy! Desde aquí vemos ojeras y estrés y eso no puede ser. Pasar de la desconexión y la despreocupación total al estrés y el ritmo diario no es fácil, pero septiembre es la mejor época del año para empezar a cumplir nuestros sueños.

Es verdad que el cambio y la adaptación producen estrés y el famoso síndrome post-vacacional. Cansancio generalizado, falta de sueño, falta de apetito o de concentración, irritabilidad, tristeza, ansiedad, etc. Dicen que una persona necesita una media de entre cuatro o cinco días para adaptarse tras las vacaciones, pero nosotros pasamos del síndrome ese. Preferimos el de Stendhal y somos fans de septiembre.

En aras de la positividad y el buen rollo podríamos recordarte que los 40 son los nuevos 30 y así sucesivamente para quitarte 10 años de un plumazo, pero quizá no resultábamos muy creíbles. Lo que sí es cierto es que septiembre es el nuevo diciembre, el nuevo “año nuevo” pero sin uvas. Es la época perfecta para organizarse y planear cómo será el año y cumplir nuestros sueños. ¿Cómo? Siguiendo unos sencillos consejos:

Madruga: Son muchos los cambios que hay que hacer de golpe, así que lo mejor es volver de vacaciones unos días antes e ir adaptándose a los horarios de trabajo. Comenzar a madrugar antes y dormir lo suficiente (8 horas). Y si somos más bien dormilones, lo mejor es regalarse un buen despertador. Prueba a despertarte incluso una hora antes de lo necesario: verás la cantidad de cosas que tachas de la lista y lo motivado que vas  a trabajar.blog

Sueña: Ya. Acabamos de decir que madrugues y ahora que sueñes. No es que nos hayamos hecho un lio, hablamos de tus deseos personales, aquello que te gustaría cambiar. Cierto, hay cosas que no podemos cambiar: nuestro trabajo es el que es y seguramente no consiste precisamente en comprobar la calidad de los daikiris y hamacas en un hotel de lujo… El jefe es el mismo, el sueldo incluso deseamos que sea el mismo, no vaya a ser menos, y el compañero “peculiar”, por llamarlo con cariño, sigue allí. (Piénsalo bien, sin él no habría vidilla en la oficina). Pero en lugar de centrarnos en lo negativo, por qué no aprovechar para que en la balanza haya más cosas positivas. Sueña a lo grande: ¿Qué te gustaría hacer este año? ¿Apuntarte al gimnasio e ir?¿Ser tu propio jefe y convertirte en emprendedor? ¿Leer tantos libros como en verano?¿Yoga? ¿Aprender a tocar un instrumento?¿Dedicar más tiempo para ti mismo? ¿Para tus hijos? Este es el momento perfecto para lograrlo.

Una vez que ya has visualizado cómo sería tu año/curso ideal, sólo es cuestión de organizarte y de planificar cómo puedes lograrlo. Ver qué obstáculos te lo impiden, solventarlo o buscar alternativas y dividir tu objetivo en pequeñas metas es la manera de lograrlo. Hacer un planning semanal es una genial idea. Organizar el tiempo y establecer horarios para todas las tareas es la mejor forma para poder descansar, lograr hacer todo y no vivir estresado u olvidarte cosas importantes.

Prioriza: parece evidente pero la mayoría de las veces no lo ponemos en práctica. Otras veces retomamos esta capacidad en el trabajo, pero la olvidamos en nuestra vida personal y dejamos para el final lo que más nos importa

Cuida la alimentación: La falta de tiempo siempre es la excusa. Citrus-Zinger-03Quizá no podemos prepararnos las lentejas o el cocido de la abuela pero sí beber mucha agua, hacerlo de forma divertida y llevar comida más sana al trabajo y si puedes hacerlo en una bolsa preparada y cool mejor que mejor.

Se optimista: Cero lamentaciones y cero melancolía. Si quieres pensar en las vacaciones, piensa en las próximas. ¡Y sonríe! Reforzar las conductas positivas de las personas de nuestro entorno hace milagros: un simple gesto de aprobación, sonrisas o pequeños detalles harán que la vuelta sea mucho mejor para todos. Libreta-Lapiz-XL-03Y no olvides premiarte a ti mismo. Motívate para la vuelta al trabajo. Regálate una agenda nueva,  una libreta o un nuevo pen drive. Pequeños detalles que te alegren la vuelta.

Por último, no renuncies al ocio y al relax. ¿Quién ha dicho que el ocio es para el verano y la tortura para el resto del año? Dentro de la vorágine de metros, buses, aparcamientos, despertadores, cumplir plazos, rendir, ofrecer resultados, ser puntual y demás no te olvides de dejar un hueco en la agenda para actividades y diversión.

¡Septiembre nuevo, vida nueva!

Deja una respuesta